"Tu haces que mi vida sea un poema un cuento hermoso que no quiero terminar de leer"
En la distancia tu imagen que se hace grande, en la pantalla un maestro que se torno en un claun indigno para morir recobrando su dignidad tornándose otra vez en aquel gallardo maestro.
Sabor a vainilla con dulce de fresas, ron con pasas y besos dulces.
En mis manos tu cuerpo, mi boca lo recorren con amor, con pasión, con esa admiración y esa devoción que te profeso al hacer el amor.
La peor de las guaridas es ideal para amarnos, para expresar ese deseo que proyectan nuestras mentes y que expresan nuestros cuerpos, nada importa tan solo el que nos amamos.
Pero ¿Qué es el amor?, a palabra ambigua difícil de definir y más si lo llevamos al hecho de hacer el amor, ¿cómo se puede hacer algo que no se puede definir?.
Entro en tu cuerpo y en fracción de segundos todo es claro, amor es vivir al otro, ser parte de él y hacerlo es sentir la sensación de probar de la cena de los mismos dioses, en ese momento soy dios, soy hombre, soy tuyo.
Mil mundos se crean y se destruyen, se crean y se destruyen y así por millares de veces en cada segundo en que nuestros cuerpos forman una amalgama, somos uno tan solo un universo entero, el único mundo que no quiero perder es ese mundo que creamos y alimentamos no más que con nuestras almas.
Pero soy esclavo y amo de mi mundo donde tú eres ama y señora porque tú lo haces todo posible, entonces renuncio a ser el Dios creador para ser tu compañero, título que me enorgullece y me llena más que el anterior.
Mis brazos se tornan en escudo, mi pecho en almohada y mi vista en cuadro con tu hermosa imagen dormida , los labios te dan besos muy pasito para no despertarte y de repente con tigo en mis brazos caigo en tierra de Morfeo, al despertar tu cuerpo tibio y tu rostro hermoso me hacen feliz, tan solo tú puedes hacerlo.
Esta vez el sueño es real, entonces decido pedirte caminar por la ciudad antigua, que me lleves de la mano cual adulto disfrazado de niño que no quiere crecer, vamos a el jardín de la ciudad, y luego nos montamos en aquella abominación roja que por ser un día perfecto se torna amable, al llegar uno dos y no sé cuantos besos más.
Te pierdes bajo el humo del cigarrillo, mi corazón va con tigo esperándote desde ese primer instante de ausencia, me llevo un te amo, los mejores recuerdos y un cuerpo cansado que añora otro instante a tu lado.
Nelson Quiroga
3 comentarios:
miiooo
"...Entro en tu cuerpo y en fracción de segundos todo es claro..." jajajaja precoz!!!
;) esta bueno!!!!
carlos!
Que buen poema!! SERC
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