Este es un poema para esas Hadas que abundan que tienen sonrisas encantadoras, besos picarescos y momentos sublimes.
Hada Mimada
Un Hada se poso en mis labios, como queriendo reír, tomo sus manos desgastadas por el viento matinal y las poso en mi pelo, congelándolo en caricias de cálido afecto.
Ser mágico que por instantes me lleva al infinito, recogiéndome tras quemarse mis alas.
Mundos de agua distante, besos de bocas destruidas cual mordidas por la furia de cerbero.
Una vez más termina la magia, pliegas tus alas y te pierdes entre las sombras, disfrazándote cual persona del común, así que te miro y te beso por última vez en espera de que ese rayo amarillo soleado me deje vislumbrar el cambio del color de tus ojos mientras subes a él.
No será el ultimo día que abras tus alas para volar con migo, no será el último instante en que me pierda en tu mirada y no será el ultimo día que te poses en mi boca mi hada mimada.
Nelson Quiroga
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