Poema de Amor y muerte

Un poema de Amor y muerte para esos días en que la vida no es mas que un gran retrete del que quiero salir volando, un poema que muestra que entre tanta escoria siempre hay esperanza esa que viene en pequeñas dosis de abrazos y cariños  que solo tu sabes brindar.


Amor y muerte 

Viajaba en las entrañas de ese mítico dragón, donde todo era gris y triste, de repente la muerte se sentó a mi lado y con voz trémula comenzó a llorar, sus gritos de dolor eran insoportables, desgarradores maldiciendo la prostituida vida.

En el exterior caían las cabezas de las almas perdidas en la inmensidad que se rompían como granizo azotado violentamente contra el suelo, era un día triste, los cadáveres al interior esqueléticos me miraban de reojo y se reían y lloraban, porque estaban tan muertos como la esperanza.

De repente la esperanza bajo su telón y le dio a la muerte unas cuantas monedas que  mendigaba para seguir en el mundo de los vivos, un mundo miserable, ella siendo tan solo sombra lúgubre sin resplandor, dejando a un lado ese brillo color hueso de antaño, ella que había sido tomado en los brazos de mil hombres quitándole la esencia de lo divino y condenándola a condenar a muchos más.

De repente moría de miedo, me encogía en hombros y era tan vulnerable tan apacible, tan pequeño en un espacio tan grande y desquiciado que quise llorar, pasar una daga por mi cuello y hacerle compañía a esta dama espectral, pero yo no estaba solo, en este ambiente mortífero estabas tú, con tu mirada firme que me tomo entre sus brazos como una madre que quiere proteger a su hijo, me diste un beso encendido como la mejor de las amantes y llamaste a tu Pegaso para sacarme de las entrañas de esta gran fiera, mi rostro palidecido casi moriría, pero tu ninfa de los cielos domadora de caballos alados me has salvado una vez más.

Nelson Quiroga Ibague

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