Un poema de amor para esa persona que toma un alma intangible y tal vez inexistente y la introduce en un cuerpo convirtiéndolo en persona habiendo sido madera petrificada.
Unidad
Mi alma estaba en aquel instante fuera de mí, lejos muy lejos.
Llegaste y desde entonces fue verano, el verano con sus palmas, sus calores sofocantes y sus vientos de ansiosa mocedad.
En vano tus caricias insinuaban quebranto y molicie: el instinto de penetración ya despertado era como una saeta de fuego.
Fue entonces que mi alma fue llegando fue llegando muy lejos, fue llegando para de pronto vibrar en mi violentamente y sacudirme todo en el momento fugaz de la unidad.
Un poema de amor de Manuel Bdeira
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